Nutrición funcional
Tengo más de un año en terapia tratando de sanar mi relación con la comida, así que lo que seguía en este proceso de lo que llamo mi revalorización era entender de manera documentada y científica cómo debo cuidar mi cuerpo pensando en sus condiciones (osteopenia, hiperlaxitud articular, osteoartritis, etc, etc...) y por favor, sin estar pensando en las calorías -que es algo que a mi cuerpo le tiene sin cuidado-, así que contacté a la mejor trofóloga de Guadalajara (mi amiga Silvia) y me dio clases y consultas incluso a media noche.
Me dijo con todas sus letras que pertenezco a la clase de mamíferos bobos que toman leche de un mamífero distinto, mamífero que además tiene 4 estómagos y que tiene como misión amamantar a un becerro de 700kgs lo que no sé por qué creía que estaba bien hasta que lo planteó así. En resumen: no, no puedo consumir leche y la amo como los becerros... pero es uno de los 5 venenos que tengo que sacar de mi sistema por ahora: leche, lácteos en general, sal, azúcar y harinas refinadas.
Tengo varias semanas preparándome para este momento y apenas ayer llegó mi extractor de jugos (muchos alimentos deben ser extractados para conservar las propiedades) y comencé a contar nutrientes más que calorías, combinando los alimentos como se aprovechan mejor y omitiendo lo que el cuerpo no necesita, hoy fue el día #1 a ver cómo me va... tengo una endoscopía y una biopsia en puerta, debo estar lo más sana posible para evitar una cirugía más en noviembre. Ahí la motivación.
Hoy también comencé a tomar omega 3 y estoy tratando de alcalinizar mi cuerpo para que los huesos estén más fuertes y que se pueda absorber el calcio.
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