La importancia de leer a Chéjov
Ludwik Margules lo dijo una vez: Cuando un hombre sufre profundamente, no sale de su casa para arrodillarse en la calle, levantar los puños al cielo y gritar "señor, por qué a mí?". Cuando un hombre sufre de verdad, se levanta, se baña, va al trabajo, hace el súper, saluda al vecino. Ludwik lo decía para explicar la importancia de la contención, la importancia de saber generar y sostener emociones complejas. La importancia enorme de no caer ni en la autocompasión ni en la sobresentimentalización de las emociones. Ambas cosas, herramientas muy pobres, de muy baja calidad para la vida. Chéjov está lleno de esa noción de dolor interno, profundo, más o menos funcional, con el que a veces la gente vive. Ese dolor que surge de tomar una mala decisión, o de permitirte seguir un mal camino, y no poder redirigir el barco. En cualquier caso, generar emociones así requiere de inteligencia para construir la complejidad y de un gran músculo para sostener la vibración interna